miércoles, 27 de mayo de 2009

Del suelo

1



En continua inconducta las manos ya no me responden. Mi tristeza una vez más ha volcado en mí toda su artillería pesada. Otra vez me muestra que soy su causa. Tengo una preocupación disimétrica, voy a estar, como siempre. Pero también estoy pensando.



2



Combinando estados voy dándole un lugar a cada cuestión que se intromete en mi sensibilidad. La falsa valentía me esta generando rechazo. Nietzsche decía: “La sabiduría, lleva a la inacción” Mis limitaciones me apuñalan una y otra vez, insisten en no darme en puntos vitales, solo quiere mi agonía, que suele reponerse en oxigeno, de seguro, pero cuando ya no lo necesito. Si el solo hecho de pensar en alguien te emociona, significa que esa persona, sin duda, se “filtro” en tu alma. Lo errores no se pagan, o se solucionan o se padecen. La libertad de nuestro error es infinita. Una falla no es un error. Mas de una vez propongo el diálogo con lo no-dicho, con lo im-pensado. Plantear la apertura de aquello que está velado y que se resiste a su total esclarecimiento. Dar reconocimiento de que el saber queda siempre corto frente a lo que se oculta como misterio, enigma o secreto. Cosas necesarias para la vida.



3



Podría escribir (o cortar y pegar) tremendas psicopatologías psicológicas, libertades falsas, “lo que me contaron y nunca viví” o transgresiones más viejas que la escarapela, en una palabra, hacer lo que se hace en el blog de Elsa Cicuta. (De paso lo promocionamos) ¿Pero qué sentido tendría? ¿Ser un cerdo o un pez? ¿O una mezcla de los dos? O sea, un boludo que “aletea en el barro”. Si pudiera elegir, no seria nada de eso, seria el “19” de la “18 Whiskys”.



4



La clave de muchas cuestiones va a estar en el reconocimiento del propio cuerpo como algo que parece ser inherente a nuestra conciencia. Reconocer que la consciencia arrastra a algo que consideramos como nuestro cuerpo, y ver que existen otros cuerpos, nos llevaría a pensar por analogía, que esos otros cuerpos deben tener una consciencia como la propia. La prueba del otro se da en el cuerpo del otro. Cuando me pongo de frase de nick “la resistencia de lo sensible”, hablo de de la experiencia originaria que tenemos desde nuestro vínculo sensible con el mundo. El vehículo más completo para la realización de dicha experiencia es el cuerpo. Antes de cualquier representación, el cuerpo tiene y comprende su mundo; eso es algo que no proviene gratuitamente del pensamiento. Cualquier representación espacio-temporal requiere que el sujeto haya tenido una experiencia con su cuerpo; en este sentido, cuerpo es anclaje con el mundo, arraigo del espacio en la existencia. Es la manera en que me “planto” frente a mi existencia. Podría haber una especie de “yo metido” que, junto con el mundo, son una sola sustancia o como diría Merleau Ponty, “forman parte de una misma carne”.



5



De la sonrisa de la muerte saque dos conclusiones: La primera es que no es sardónica. Y la segunda que no es ambigua. Entonces continúo viendo como decís carcajadas de palabras estrategas en malestares. Espero que lo días pasen y no pasan. Creo que fui crucificado antes de tiempo. Ahora recuerdo que hace mucho escribí “tengo estrategias para que se devele tu lado más malo” Yo no creo que sea así, pero en algún lado quedo escrito. Lo que nunca haría, seria manipular “una soledad” En un momento me puse de experimento para esa tarea, y las mutaciones que tuve fueron difíciles de revertir. Me molesta que mi tranquilidad siga estando en momentos en los cuales naturalmente no tendría que estar. Entonces me autointranquilizo Si conoces la plantación de paciencia te recomiendo que recojas sus frutos, los da durante todo el año, te van a servir. La frutera de mi alma esta llena de ellos, pero en algún momento se acabaran; y ahí más que nunca necesitare la tuya, tu paz y tus abrazos.

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