miércoles, 13 de agosto de 2014

Desollando el recurso

Entrando en lo que seria un descanso bostezo. 
Lo inoportuno como enemigo. El inconformista del lenguaje es el peor enemigo del "inoportuno". La obra realizada no necesita ningún mercado, ni dependiente, ni independiente. No es producto de nada, mas que de ella misma. Los reconocimientos de la otredad divagan en ella; y como en las teles "lo seriado", "la serie" que renueva y produce en sostén de conceptos anteriores y posteriores dejan de lado el largo plazo de un final abisal de algún buen film.
Así la obra también aletarga.

jueves, 7 de agosto de 2014

Atema

La locura no es el vuelo; es un aterrizaje esforzoso. Es la cuerda que se salta sobre los campos minados del concepto. Minar de conceptos los planos de toda contemplación. La locura seria contemplar la luz del día durante toda una eternidad, con dolor en los ojos, resecos. Una razón bufónica viuda de reyes. Un pensamiento con voluntad propia.

lunes, 4 de agosto de 2014

Autoecplise

Reseco me levanto. Escupo y mi saliva se pega en el lavamanos como una enredadera llena de voluntad, como un pulpo, aferrada a su última esperanza. Así se me pega la luz matutina, como una ventosa, en comienzos tristes y agónicos. Si puedo respirar, respiro, y sostengo lo insostenible. A la tarde, cayendo el sol, seguro daré un paseo y trataré de recordar lo que nunca fui.


Allá voy...

miércoles, 26 de febrero de 2014

Bostezo

Inquieta pesadumbre, que fugazmente embadurna mis sentidos. Bloque de paz que actúa de barrera. Descansos angostos para anchos dilemas. Onírico estadío.

Aclimatico

El ojo del huracán
nunca es ciego
él mira cosas
que vuelan ...
y yo vuelo ...
vuelo ...
vuelo ...
Y nunca aterrizo

Nuevo nuevamente

Parar el tiempo como cuando un ave deja de agitar sus alas y queda suspendida en el aire, como pintada en acuarelas movedizas que imitan el universo. Encontrarme nuevamente en un instante.

De paso

Sorteando emociones, encuentro el número perdido. No quiero volver a lo mundano del desapego, del desinterés. Corro otro riesgo solo, y juego a su favor. Quizás siga buscando lo eternamente perdido, pero la búsqueda siempre implica cierta aventura, inclusive en ella van infiltrados “los riesgos” a correr. Si en mis lagunas mentales está tu salvavidas, por algo apareció ahí, quizás lo use para reflotar, o quizás lo pinché para terminar de hundirme. Todo sirve para el sabe nadar. Parece difícil e inalcanzable que las sintonías no tengan interferencias, por desperfectos pasados, por cortocircuitos del presente. No sé parece que no puedo dejar mi sensibilidad de costado, cuando la dejo ahí, tirada, me mira como diciendo “no te sirve, reincorpórame”. Y ahora mientras la luna se chorrea en mi ventana, otra vez me toca pensar “el cómo” de toda esta cosa que vuelve desde la profundidades de mi Ser, a encarnizarse en los movimientos de mi Vida. Así, sigo: Me acostumbro a no acostumbrarme.