martes, 31 de marzo de 2009

Censura neurótica

(Lo más seguro es lo inseguro)





No escribas lo nuestro, por que quiero cortarme las venas con flores de loto hechas en origami. En un escrito daría un nombre, un apellido, o un apodo; y ahí se tocan todos los pitos que existen. Es ficción, aunque este el numero de mi DNI. Nadie propone verse ni una milésima de segundo. Déjalos, ellos sabrán lo que hacen. O perdónalos por que ellos no saben lo que hacen. Volvió el escrito relámpago el que nació en mí con aquel primigenio llamado “Acrimonia”. Destructivo, así como constructivo. ¿A quien carajo le oculto mi amor? Somos libres aunque me vean estrujándote el cuerpo, eso es lo que no entenderán, principalmente eso. Este escrito no prohíbe nada a través de un “no”, solo condena espacios propios de sustancias amorosas. Ataque y contraataque. Pregunta sin respuesta. No hablo, escribo. No siento, es más encarnado padecer. Planeo mi muerte con lo ojos abiertos ante el nuevo payaso que maquilla actuaciones para robarte un estúpido beso. Me calza el negro, por que es sobrio, lo necesito. Amo ese caos en contra de lo que aconseja mi juicio. Me tocó escuchar hablar de vos y no fue escuchar hablar de un “desconocido”, fue escuchar tu nombre ficticio y ponerme en guardia instintivamente, sentir lo Alfa dentro mío, agudizar mis oídos, mi olfato. Cuidarte. Cuidar que tu nombre no salga de una boca en vano, cuidar de que no se blasfeme sobre el, hasta con la más simpática y buena intención. Eso me dejo preocupado. ¿Cómo reaccionare la próxima vez? Y más aún ¿Si hay luna llena? No hay confort con control. Tengo una comodidad compleja, creo que esto ya lo he dicho.

¿Qué me hiciste?

¿Qué te hice?

Desorden.

lunes, 30 de marzo de 2009

Enfermo de mí

Me cayo la noche extrañando. A partir de ahora voy a descansar. No estoy desganado, pero ya no espero nada. Descubro otra vez mi lado celoso y me condeno a no sufrir, escapo. Mi objetivo principal no es caerle bien a la gente, y menos aún a la que no me interesa. Creo que estoy maduro y me duele como un moretón en una fruta. Lealtad. Fidelidad. Sociable con crisis de misantropía. Etapa GPS para mi ubicación. Me acuesto y lloro lo prohibido, lo que no se puede mostrar, lo que se debe ocultar. Me canso. Continuo. Soy hombre de palabra, lobo de manada. Desarmo los sentidos. Maquillaje insulso que oculta la verdad de un rostro. Conexión mística con mi otro yo. Inconformista declarado hace rato, no quiero nada y quiero todo. Soy un excelente perdedor y un muy mal ganador. ¿Cuántas clases de resacas puedo padecer en un día? Numero privado en la pantalla del celular. Bruja. ¿La gente tiene demonios privados? ¿Qué pensaras de mí, cuando te llevo torpe, hacia mi cuarto? ¿Cuántas veces al día vomitarías tus deseos? ¿Te irías a vivir con “un amigo” que aúlla a la luna en las noches? ¿Estarán tus oídos preparados para esa melodía descarnada? Escribo desde los 13 años. Tengo 29 experiencias ¿Contra cuantas incertidumbres? La calesita de la duda y la de pensar de más te dan las alas que nos quitaron los terrenales. Siempre me puso feliz ver bien al otro, ver que el otro escribe, siente, desarma. Yo quedo rezagado desde mi buena voluntad. Siempre logro lo bueno ¿Seré malo al hacerlo? Tuya, ¿Mía? No, jamás. De nadie. Ya está, ya estoy, ya estuve. ¿Ya tienen lo que querían? ¿Ya probaron mis misterios? No me gusta entregarme. ¿Conoces el falso amor? Es aquel que reemplaza lugares, los reemplaza, no los llena. La próxima vez que escuche un “no te duermas” como una especie de Edipo me sacare los ojos y te los entregaré para que los lleves con vos a tu tranquilidad. Sufro de insomnio y soy noctámbulo por excelencia. Me codeo con lobos y vampiros. No dejes que cualquiera pose sus labios en los tuyos, al volver a los míos éstos notaran el cambio, aunque no se diga, y se desintegraran como en acido ajeno. Dejo mis manos es formol hasta un nuevo encuentro con tu cuerpo, eso es algo “leal”. Hoy me di cuenta que los demás están mas atentos que yo a mí mismo. ¡Que bajón! Pobres de ellos. Nunca hay que hablar de enserio frente a ellos. Fiesta de viernes: alcohol, malos entendidos, celos caninos, saben quien esta “sola” y atacan como buitres desnutridos, no compro ese troquel, no publicito ese show, prefiero escuchar Radiohead, y luego salir a subastar mi mundo en la noche a alguna compresión de un amigo u amiga. Ahora escucho Flema, el tema se llama “Me tengo que ir”, ¿Cómo puede ser que esta obra magistral de Ricky Espinosa sea tan simple? Filosofía en su estado más puro. Los auriculares lloran por mis ojos. “Hoy anduve en cualquiera, cachivacheando, bardeando por las dudas” ¿Pero vos me estas cargando, yo te amo…? Darse cuenta de que vivo al revés es un buen síntoma, empieza a coordinar las diferencias.

De Flema a Hendrix, cuanto aprendí con este hombre, cuantos vómitos compartí con él, cuantas chicas de rodillas abajo mío desglosaron su música. Suena “The Wind Cries Mary”, me acuerdo cuando fui a esa bendita práctica y me puse hablar de música con uno de mis supuestos alumnos, yo tenia Hendrix en el teléfono, el pibe sabia algo de música, le puse el tema ese, y antes de que llegue el punteo de la guitarra, como buen enfermo le puse pausa y le dije “Escucha bien eso, es lo más cercano a Dios que vas a estar” el pibe me miro asombrado. Creo que entendió todo a la perfección, después creo que le pedí una seda en un anfiteatro, él ya estaba “bautizado”. Anecdofilo diría la oriental. Sabores que quedan diría el licántropo. Compre varios regalos en la “Toldería de la Griega” cuando le hable en su idioma nativo, no para lucirme, sino para comunicarme con su origen, ella abrió sus ojos enormemente. Se sintió comprendida. De seguro se imagina que me separe, la castigue por otra. Uno de esos días que venia de la productora a casa veo una mujer que se acerca de más al paso a nivel del tren, yo estaba a 5 pasos detrás de ella (los conté) gira su rostro y me clava una mirada mas ausente que la de mi padrino cuando lo ví muerto en el cajón (y eso que sus ojos estaban cerrados) igual siempre me imagine esa mirada. Yo la mire y no pude decirle con mis ojos ni si ni no, solo pude mirarla, se tiro cuerpo a tierra, como un soldado entrenado para mitigar dolores, el tren le pasó por arriba. Yo quede mirando la cartera negra de cuero que quedo intacta apoyada al costado de la vía, me acerque y pude percibir algo que nunca olvidare, desde esa distancia esa cartera despedía un perfume inexplicable, un perfume mezclas de maquillajes de mañana apurados con espejitos arriba de transportes públicos, esa cartera era pura vida. Todo colapso y me fui a tomar el 161. Estaba enferma de ella. Y yo estoy enfermo de mí.

A partir de hoy voy a dejar que busques "el perdido encuentro"



Simular

Sinceridad en pliegues. El autómata del corazón. El escrito oráculo. “Decir” la verdad es una parte de la sinceridad. Tacto continúo para detectar el olfato. De mi mundo, al “mundo”. Una visión alterada que desembarca rencor en un escrito tan viejo como lucido. Si tuviera cuidado al escribir, tendría que quitarme la vida. De algo y de nada. Letras borradas en una mancha de sangre en mi pañuelo. Orientación de mi bilis hacia un cenicero de carne. Mi querido Andrés Caicedo (1951-1977), escribía sin respiro, decía que lo hacia “para no tener malos pensamientos”. Lo malo de mis pensamientos es la “lealtad” hacia el origen de lo inestable. Nació mi hijo virtual tiene cables y tubos en su cuerpo, es un payaso idealista. Creo que no me pudrí, me ilumine. Volver a una pista coagula mis sentidos de detective innecesario. Mis lágrimas se conjugan desde un interior herido y oscuro, en cual juegan a la escondida fantasmas y entes varios. No puedo estar mal en ella ni un segundo, se me desata el nudo y chorrea la sal de la verdad. “Necesito varios días destilados, para recuperar el habla”. Los recuerdos no son ofensas. No tienen por que ofender. Ellos tienen partículas en el presente. Recuerdo a la morocha canina cuando quiso acompañarme a comprar mis cigarrillos, dije: “No, mejor solo que mal acompañado” ¿Era necesario ese tipo de respuesta? Para mi fue una lección de vida que yo entregaba en la condensada noche. Se me cayó de la boca. Logre el odio, tratando de que alguien “se quiera a si mismo” Después me entere por ahí que decía “No, deja, ese Pablo es un asqueroso”. Responder mal para el bien es una manía que se perfecciono con los años.
Uno comete los errores que son nuevamente necesarios, mostrar sus espacios, contar sus cosas por que siente comprendido, reservar su privacidad, su intimidad para “el elegido”. No pidas perdón por lo que todavía no hiciste; si lo hiciste no lo sentí. Todavía no sentí nunca que me fallaste, que no estas conmigo. Sí siento todavía algunas burbujas en mis articulaciones, por bajar tan profundo en el océano de conceptos que parecen microorganismos vivientes. Para mi parte animal lo sexy es verte desnuda, despeinada, sudada, despatarrada. Sembrar minas de ropas por el pequeño cuarto. Quedamos despellejados, y el misterio sigue, ahí está el ingrediente secreto.
Cuando esto desborde realmente, manchara a los demás.

domingo, 29 de marzo de 2009

Encerrado

Encerrado estoy
Sin saber que hacer
Me tomo algún tiempo
Para ver

Sin temor a dar
Nada en especial
Me quedo con ganas
De pensar

Veo así
Desorden
Otra vez

Como voy a hacer
Para encarar
Un rayo se agita
Por atrás

Sin temor a dar
Nada en especial
Me quedo con ganas
De pensar

Veo así
Desorden
Otra vez

Ya lo se
No quiero salir de aquí
Desorden
Otra vez


Juanse, Ratones Paranoicos, "Furtivos" 1989, triple platino

Desperfectos, el regreso

¿Te acordás de ese escrito mío llamado “Desperfectos”? Yo no. La chica de inicial de ygriega seguro que sí. Ella estudia. Ella también me citaba para sorpresa de mi corazón. La idea es no sufrir. Pero es solo una idea. Si me ponen a prueba es por que me dejo. Todo es por que yo quiero. Yo me entero quien me juna, por lo que me dicen los demás, a la que más caso le hago es a mi mujer amiga. Ella sabe a la perfección quien se me mato por noche. Me suicide en la cama con aquella esquizofrenica sexual que exigía un blanqueo para el cual no estaba preparado. Por primera vez una pasión reflejada en otro logro asustarme. Ya sé que también sos mala por culpa de otros. Reinara nuevamente lo pasajero; y esto es por tu culpa. Nunca te intrometiste en mi creación, nunca te importo que escribía. Sin embargo te escribí la mitad de mi vida. A la luna no le creo, la padezco. Si escucharas las letras de mis canciones, guitarra en mano, quizás entenderías mejor mi mundo. Nada para mí, es todo para vos. Soy celoso, siempre lo fui. ¿Y si contaría con la precisión de tu descaro quien me quiere llevar a la cama solo para obtener mis caricias? Lo mejor es que se vuelvan a ver y se pasen los teléfonos. Pero no me hagan sufrir. No me jodan, por favor. Léanse la mente tranquilos. Yo mientras me quedo luchando en el club. Confúndanse en todo lo que puedan. Yo me quedo acá. A la mujer que más odio es a la que solo quiere mi sexo, una vez logrado el objetivo, probada la presa, remonta vuelo, lo siento, pero de seguro, herida.

Ahora antes de que vuelva a la cama debido a mi inestabilidad emotiva, y entienda una vez más el carácter inerte de ciertas cuestiones, voy hablar una vez más un trabalenguas de trueques insanos. Sabés que me encontras aunque no me busques. Andá dormí con tu novio, hacelo feliz el se lo merece por tenerte a tu lado. Sabés que con este escrito me juego una distancia que ya existe.

jueves, 26 de marzo de 2009

Estamos

No la abandonaría ni en el peor momento de su vida. Aunque ella decida abandonarme a mí por lo que seria mi “supuesto bien”. Si comprende eso todo marchara mejor aun. Me toca otra vez a mi contar brevemente un momento glorioso a su lado, me apuro antes de que me gane de mano. Aunque ya me tiene ganado a mí. Una compañía sin igual, una charla de inspiraciones, y una conexión que asusta. Vino a hacerme compañía ¿Alguien de este mundo comprende todavía lo ancestral y trascendente de esa acción? Yo, por suerte todavía si. Todo lo que viene es lo que espero. Quizás estemos los dos sanamente locos. El problema es que cuando nos juntamos ninguno sabe cuales fueron los nombres de los días que pasaron, estamos intensamente metidos en ese “ahora”. Creo que levantamos a los muertos con nuestro beso necesario. Le cuento de que, y como escribo, revelo secretos. Creo que se los lleva. Que se acuerde que en el invierno hace frío. Estamos en un cautiverio de caricias, pero modificamos el mundo. El trueque es aceptable. Vuelve a mí aquel viejo don de la adivinación. Mi cuerpo esta hilvanado sus deseos día tras día, es una cadena que perfuma desde lejos y desde cerca. Sea quien sea el enemigo, que se presente, lo desintegro con una sonrisa ambigua.

Llego a casa y me desarmo en la cama, antes la imagino a mi lado. Todavía tengo descargas de la tarde en mi cuerpo. Estoy ansioso.

Gemidos sordos, que captan mis oídos.

miércoles, 25 de marzo de 2009

Sana invasión

Me siento viejo, cansado, vivido. Quizás el que deba entregar su vida a “alguien” sea yo, para poder tenerte más cerca que nunca. Estoy en la quiebra, no puedo comprarte ni un caramelo. Pero estoy cumpliendo dos sueños a la vez. Uno es volver a amar, el otro es combatir al capital. En mi casa piensan que me volví loco del todo, no asimilan la idea de que transforme una utopía en una filosofía de la acción.
Quiero, y necesito, una compañera que comprenda en la que me metí. Que sepa que estrujo los tiempos por una milésima de segundo a su lado, que saco fuerzas desde lo más profundo de mi alma, y que aunque no pueda sostenerme en pie, me baño con una sonrisa en los ojos y en el rostro pensando que voy a su encuentro. Necesito que descanse a mi lado. Necesito relajarme en sus brazos. No necesito una niña prodigio. Necesito una niña que sea mujer cuando quiebre en algún llanto necesario. Necesito una sana invasión desplegada en mi ser. “No existen verdaderos placeres sin verdaderas necesidades”, dijo Voltaire. La fe propone un escrúpulo antimagnético. Escuche por ahí que “mejor que creer, es saber” Yo solo sé que el que ama se acerca a la felicidad. Estuve enfermo de bilis de negra, ahora repunto hacia un paraíso de inconstancias. No creo en la luna, la padezco como un buen lobo que acaricia la noche en el cielo.
Recordá que cuando estés arriba la técnica es no apoyar las rodillas en ningún lado, solo tus pies, eso solo tus pies…

domingo, 22 de marzo de 2009

Sucubus

Visitante nocturno, que apareces en sueño. Es la segunda vez que te cruzas en mi vida. Siempre estratega, siempre en tu mayor oportunidad. Te presentas cuando mi cuerpo y mi mente ya no dan más, cuando filtre mis días en millones de cosas, inclusive en el amor. Recuerdo a la perfección la primera vez que me visitaste. Pero ésta fue distinta. Cuando aparecí de golpe en el terreno del sueño, ya te tenía montada sobre mí, no podía ver tu rostro, pero te identifique por tu perfume. Dije que placer voy a soñar con ella, hoy no pudo estar conmigo, que bueno me conformare con tenerla en el sueño. Insisto en ver tu rostro, o algo que corrobore que sos vos a la que yo espero todos los días, confiando como hoy en día ya no existe. No puedo ver tu rostro. Sigo buscando y la visión se aclara, veo encajes violetas, eso me tranquiliza aún mas, tenes que ser vos. Te moves a un ritmo magistral sobre mi, sube y baja un húmedo perdón, pero todavía no sé de que. Me hablas cosas que no distingo, o no se pueden escuchar, pero sé que me hablas. Aceleras el ritmo y logro descifrar un sentido sexual tuyo que me pide que penetre partes prohibidas. Me pongo alerta en el sueño. Sospecho. Vas más rápido aun. Mi visión se empieza a clarificar al ritmo de tu cabalgata. Cuando veo bien, los encajes son de color rojo, recuerdo en el sueño lo que vos me dijiste. Intento frenar. Te moves mas rápido y no puedo escaparme. Ahora sé que no sos vos, pero no puedo ver el rostro de esta cosa que me esta cogiendo en un sueño, como si exprimiera una naranja. Violentamente aparece otro perfume, yo lucho desesperado por extinguir definitivamente la polución nocturna que esta llamando a mi cuerpo a la entrega que puede ser fatal. Ahora escucho perfectamente lo que dice: ¿Te gusta? Quiero responder que no con ella, pero no puedo hablar. Me esfuerzo al máximo por ver ese rostro. Empiezo a entender tu trueque, si yo acabo, vos me mostrás tu rostro. Gran maldición, siento el cansancio en todo mi cuerpo, pero el experimento sigue. Está bien me entrego a ensuciar mis ropas en una burbuja onírica. Me retuerzo en la cama, y ahí, en ese momento en que me chupas el alma y la energía, con mi último y débil esfuerzo dirijo mi vista hacia ese supuesto rostro para poder vislumbrarlo. Solo yo y Dios, sabemos lo que vi.

sábado, 21 de marzo de 2009

Apodos de amor

Llego cansado, filtrado. El día, la tarde, y la noche se me hicieron eternos. Y mira lo que logras, que llegue, me tire en la cama que ya conoces, y agarre la birome y el papel. Porque retumbas en mi cabeza, latís en mi cuerpo. Una vez más me voy a “dejar llevar” Las comparaciones serian desde ya inútiles, nuestra creación se está formando ¿Cuándo crezca, cómo la educaremos? Amarse es más que caminar de la mano. Caminar de la mano no significa nada. No tocarte, si seria un castigo. Tu estrategia violeta en ese lugar inhóspito, disperso mi sangre más rápido por todo el cuerpo. El primer juego con fuego, del cual por nuestros misterios, salimos ilesos. Me gusta verte bien, es lograr por reflejo que el bien también quede en mí. Te dormiría en mi sueño para maniatarte en distintos sectores de tu cuerpo. Este camino no deja pasar ni una. Atiende todo aunque no lo parezca. Esto es un entrenamiento, por que sé que lo que viene, será lo que tenga que ser. Creo que merezco previo aviso en caso de desapariciones, no hace falta el error para distanciar, la sinceridad a veces también lo hace. Aprendo de nosotros, y sigo en campaña. El tema es la frialdad que existe en un rechazo para no hacerse cargo de algo que los demás jamás podrán comprender. No me gusta la frialdad, ya antaño fui criogenizado, ahora en mi presente prefiero “el sueño”, lo tropical. A uno siempre le gusta hacer lo que quiere, y eso es lo que más comprendo, por eso tu libertad es bienvenida. Así como la mía debate sobre su consistencia en los actos.

Me desmayo y después me duermo.

miércoles, 18 de marzo de 2009

Sin brújula

Yo soy el pájaro negro que revoloteo en mis propias noches, dirigido hacia mi mente por un Hitchcock majestuoso.

Sabes que mi capricho es escribir, y más aun después de ver una catarata de letras húmedas.

Confesar el cuerpo frente a una pared como si fuera el muro de los lamentos. Destrozar un espacio en un calor volcánico que sube decidido. Beber tu saliva en porciones sadomasoquistas. Naturalizar mi salvajismo. Olerte el alma con olfato canino, escuchar un latido que suena en asfixia. Calcar tu cuerpo para engañar al recuerdo, someterme a tu boca. Desplegar la artimaña dormida para supurar en tus ojos. Invadir tus sueños en arrebatos de sudor. “tu imagen en mi mente es mi manera de pensar” Me convierto en ladrón y robo el simbolismo de un estado que se refleja. Tengo abstinencia de vos. La reina del disimulo se despliega en un barrio, en cual parecería que esta prohibido que insinuemos que estamos cercanos: ¿Chiquilinadas tuyas o mías? Acepto, no pido nada. Navego. San Martín también puede ser Venecia. Me escabullo en un trago de tu perfume, eructo un roce y ensucio mi pobre alma alborotada. La distancia no es nada para mi imaginación asesina, homicida. Una vez ya dije: “Permití que te inspire otra cosa, vas por mal camino” O sea conmigo vas “muerta” mi maquina carcome todo, inclusive a mi mismo No sirvo para inspirar, sirvo para aspirar tus comisuras que derraman placeres no confesables. Parecería que mi organismo biológico y psíquico empezaron a conformar una nueva costumbre: Pensarte casi todo el tiempo. Es hermoso, pero aterra. Macho de manada, fiel. Si la herida vale, bienvenida, ya su marca será una señal para lo que venga después. Soy bravo, sos brava, entonces nos merecemos “la vida brava”. En un cosquilleo eterno, espero tu beso escondido. Detenemos el tiempo y descontrolamos el universo, nos compactamos en una energía que se hace indestructible. ¿Lobo está? Sí, aunque no lo veas. Corroboro mis estados en tus miradas suaves, deseo tomar tu mano en cualquier parte del cosmos. Te invito a mi impaciencia. Invádeme por todos lados que nunca sentiré nada, ando anestesiado por tus rostros de noche. Mis manos y mis brazos te buscan por todos lados, como si fuera un ciego.

Dame un escape a tu lado y te desato el nudo de mi vida.

domingo, 15 de marzo de 2009

Nunca le creas al que no cree

En el fondo de mi noche invente un yo mío que envuelve nociones. No busques el espejo en mi letra, desafina en la confianza. Estructuro el escrito perfecto y recuerdo el poema extremista y sublime que quiso compartir conmigo "La Maga" (Marcela Somoza) llamado "Pariendo", que dice así: En esta noche de marzo / lejana fisura sobre el agua / que conduce al verso mordido / me encuentro sentada sobre ausencias. Espero que alguna vez te ofendas por enterarte de que robe un pedazo tuyo para ponerlo acá. Y así estoy yo señores; con un Marzo que se hace de noche, hecho un agua viva gimiendo en la oscuridad, sin vergüenza de mis fisuras. Mordiendo la lengua que des-cribe, y rebotando entre ausencias. No es bueno escribir todo lo que pasa, ya tengo una guerra empezada con esa manía. Manipulo la soledad, como uno puede manipular la espada de la palabra para aludir a un aludido. Felino no; canino.

Una vez venia caminando y una gitana sentada en el suelo estiro su mano para tocar la mía y me dijo: "Vení, vení, Pablo" me quede sorprendido ¿Cómo supo mi nombre? ¿Tanta cara de Pablo tengo? Me dispuse a que me lea las manos, ella dijo "Tus manos son hermosas, pero lo que se ve en ellas no", a ver como es eso dije yo "Hay mucha gente que te quiere ver mal, quieren que desperdicies tus capacidades, que caigas…" Hizo como que agudizo la vista sobre las líneas de mis manos y dijo "Es más, hay algunos que te quieren bajo tierra" Le di el dinero que se merecía por intrometerse en mi destino. Pero me dejo pensando.

Todavía no hice nada, recién empecé, si me das tiempo "te invado" con mi imaginación que huele como nuestros cuerpos. Ya sé que tenés dos rostros, ojo, a no confundir con "personalidad" o "personalidades", dije bien claro "dos rostros" y cada uno posee un universo de gestos. Hay uno que me inhibe, y otro que me desboca. Pero los dos son misteriosos, como nosotros cuando se nos ocurre andar juntos. Estoy estudiando. Pero no soy precavido, por eso no cicatrizo rápido. Si pones tu coma, ya no es mi escrito.

viernes, 13 de marzo de 2009

Riña nocturna

Desde la primera reacción, desde el primer ataque, supe que era una pelea a muerte. Me encantan los animales. Más aún los perros. Me identifico con el lobo. Estábamos en la esquina, yo me iba a alguna fiesta aburrida a complementar sociales. El Rasta, es un perro diminuto, pero tiene como amigo y compañero de hogar a Aquiles (un Pitt Bull), se carajean todo el día, pero son amigos, hasta en invierno duermen juntos. De la vereda de enfrente esta El Negro, un perro malísimo, tipo pastor belga con ovejero alemán, algo así, aunque no soy estudiosos de las razas, abusivo de los de menor tamaño que el. Varias veces por descuidos dejo muy mal herido al Rasta, pero éste logro recuperase. El Negro sale, el Rasta cruza, el Negro lo ataca. Aquiles se pone en guardia, mirando como atacaron a su hermano y amigo Rasta. Diego le dice a Martín: “Lárgaselo a ese hijo de puta”.Martín me mira como buscando aprobación, sabe que detesto que los animales se lastimen. Lo mire indeciso y le dije: “No sé, hace lo más natural”. Martín soltó a Aquiles. Creo que lo mío fue un “sí” camuflado e invadido de ética. Lo que siguió fue terrible. Desde ya Aquiles se prendió estratégicamente de un sector del cuerpo del Negro (Aquiles lamentablemente tiene muchas peleas ganadas) y nunca mas abrió su mandíbula, esto era acompañados de movimientos perfectos para someter a la victima a su peor muerte. A todo esto el Rasta en un ataque de locura canina atacaba con pequeños saltitos y mordiscos tanto a su amigo como a su enemigo, mordía donde podía, uno de los chicos en unos de sus saltos logro alzarlo. “Hace que lo suelte” gritaba el dueño del Negro, y todos nosotros intentando inútilmente hacer que Aquiles suelte. A todo esto ya había como 30 vecinos en la calle mirando absortos. Al ver la imposibilidad y la decisión irreversible de Aquiles, no nos quedo otra que quedar rodeando la escena, solo mirando y escuchando los gritos desesperados del dueño del Negro, que ahora tenia la mirada perdida y un estratega prendido en parte de su cara, cuello, lomo, donde agarraba Aquiles ahí quedaba totalmente prendido. Probamos una vez mas, y en una milésima de segundo que Aquiles abrió la boca para acomodarla en otro sector central y vital, pudimos separarlo. El Negro quedo ahí rebotando en el piso, el dueño agarro el auto lo cargo y lo llevo a la veterinaria de Saavedra que atiende urgencias las 24hs. Había sangre por todos lados. Todos los halagos y mimos fueron para Aquiles que estaba como nuevo. No se más nada, no puede esperar la vuelta del dueño del Negro por que me tuve que ir, por un malentendido a esa estúpida fiesta. No creo que mañana vuelva a ver al Negro.

miércoles, 11 de marzo de 2009

¿Quien no recuerda esta escena de la película Trainspotting, portadora de una carga simbólica que de tan monstruosa es bella? Y el tema de fondo Perfect Day de Lou Reed, termina de darle forma de obra maestra a esa terrible situación la cual quedara en la historia de una generación, así también como en la del cine

martes, 10 de marzo de 2009

Derramando alusiones

Nos están vigilando. Todavía no somos paranoicos. ¿Pero quien vigila a los vigilantes? (Watchmen). Todo concuerda en un complot anti felicidad, anti bien. Todo explota en el segundo que cruzamos nuestras voces. Solo basta eso, no hace falta ni un roce, comprenden y les da bronca nuestro poder. Mi sonrisa inaudita olfatea tu llegada y hace de escudo a la interpretación. Sartre dijo: “El hombre es un dios fracasado”.
El otro día tu amiga me increpo el hecho de no haberte perdonado ¿Para que va a la fiesta? Creo que ella era “El Vigilante”. Se ve que para ella y para vos el tiempo no paso, se estanco en un rencor. Y después por naturaleza atrevida me lanza un perro. ¿Qué le habrás contado para que no me largue la jauría entera? Ya no tengo tiempo para imaginar eso. Ahí quedo plasmado los laberintos de la confianza. Seguramente llevo la información a destino, pero solo se pudo quedar con la visual, te habrá dicho que me corte el pelo, como lo usaba después de haberlo tenido largo. Que sigo ignorando olímpicamente a los que me rodean sino me interesan. Etcéteras inestables. Ya entrada la madrugada me “obligan” a beber para brindar por el éxito de la actividad cultural (fiesta). Bebo, y se genera el error, tu esposa me mira demasiado y me incomoda. Me enoja. Realizo un contrato social para retirarme lo antes posible. En la puerta, tu amiga, ya disfrazada de demonio, caracterizada en alucinaciones. La igonoro. Me dice: “He que onda no saludas cuando te vas” Por dentro pensé, no, no saludo. Pero la ética y la educación de hombre me hacen volver irritado. Le di un beso y le dije: “Nos vemos, cuidate”, ella dijo: “Cuidate vos, que no te veo bien nene” Es una tremenda hija de puta, fue entrenada por vos.

lunes, 2 de marzo de 2009

Despegue: el perdido encuentro

Ahora tengo que escribir un momento que creía perdido, voy a manejar secuelas, inferencias, estados que descontrolaron el orden de una pesadilla transformada en sueño. La necesidad de desaparecer cuando recibo lo que esperaba, capricho sangriento que me deja en lo atónito un par de días, y ando tentado de miedo y nudos corporales, infiero en un “desaparezco” para subirme en un carrusel en donde viajo solo yo y mis fantasmas. Lo que dura un sentimiento es lo que tiene de eterno. Quizás otra vez metí mis narices en un lugar que viene a mi así como se va, un ida y vuelta carnívoro. No quiero eso de vuelta; por que una vuelta implica un giro y a veces quiero dejar de dar “vueltas” eso me demuestra que lo rechazado se incorpora a escondidas en mi mente. ¿Y si me dieran a elegir? Me imagino esa situación, totalmente cinematografiada, ¿Cometería el mismo error dos veces? ¿Por qué cometer el mismo error, si puedo cometer miles distintos? El demonio es sabido por su astucia, así que tirará a la cancha todo lo que conoce de mí. Conocí el contenido y la estructura del “amor” en su paciencia infinita. Puedo decir que fui amado, con todo lo que un ser humano puede dar. El acto reflejo de huir antes de volver a salir mal herido se perfecciona, el escape se transforma en despegue por el impulso del otro. Tengo que terminarme de convencer que el ángel de pura sonrisa que va del sur al oeste, tiene poderes adivinatorios energéticos, o realmente se llevo un cable que le pasa la información de mis estados, de mis sentimientos. Su acto de presencia parecería estratégico, es otro ser con un grandísimo olfato, sin duda. Éste es un manuscrito de entretelones, una desfiguración del desdoblamiento de personalidad. Una constelación aun no encontrada en el cosmos psicológico. Las grisettes, los jóvenes, los cafés nocturnos y las aventuras amorosas van despachando diálogos en la vida. Todas las personas tienen relaciones diferentes con objetos completamente diferentes. Mujeres acostumbradas a practicar relaciones meramente convencionales y asensuales. Pequeños abriguitos de sedas recogidos del respaldo de una silla. Usted no debe olvidar que para estas personas se trata de una forma de contacto muy corriente, tan corriente y habitual que en ella lo expresan todo espontáneamente, incluso reacciones anímicas de amistad, gratitud o simpatía que no pertenecen exactamente a las manifestaciones sensuales. Es algo que se ha convertido en su forma de lenguaje.