martes, 7 de abril de 2009

La abeja y el lobo

Introducción a modo natural



La Apis mellifera, como todos los insectos, tiene el cuerpo dividido en cabeza, tórax y abdomen, tienen 6 patas; su cuerpo tiene pelos plumosos; tienen un aguijón, estatura diminuta de 1 mm a 5 cm. La abeja pertenece a la familia de los himenópteros, (del griego himen = membrana), insectos de alas translúcidas y membranosas. No pueden ver el color rojo como los seres humanos y distinguen el amarillo con mayor nitidez y el ultravioleta que nosotros no vemos. Son animales sociales, organizadas para desempeñar un trabajo definido: La reina (es la única fértil), obreras (colectan el néctar de las flores y trabajan arduamente, construyen celdillas hexagonales de cera que sirven para almacenar miel y alojar huevos y larvas que cuidan con gran esmero), y los zánganos (no trabajan y fecundizan a la reina). Su habitad es terrestre. Toda la información esencial a la organización de la colmena proviene de secreciones químicas, las feromonas, segregadas por la reina pero también por las obreras. Se trata de sustancias mensajeras que circulan de una a otra a través de la boca y de las antenas y de las que sacan toda la información. La utilidad del aguijón de la abeja es a su modo, exactamente igual a la de los pelos picantes de las ortigas. El aguijón es un tubo finísimo y muy agudo por el cual, al picar la abeja, pasa una gota de materia venenosa. Las abejas que pican son las obreras, es decir, las que trabajan en las colmenas. Sucede lo mismo con las avispas. Estos insectos pueden picar tan sólo una vez, pues la punta que tanto nos molesta, al ser picados, no puede separarse del aguijón, que, al clavarlo, se desprende del cuerpo del animal, por cuya causa queda el insecto tan lastimado que no tarda en morir. En consecuencia, la abeja pica solamente cuando se ve en situación desesperada. Este caso de la picadura de la abeja es verdaderamente interesante. La abeja tiene, pues, para su defensa, un arma que sólo puede manejar con resultado si se causa la muerte a sí misma, y que más que arma ofensiva es defensiva y utilizable sólo en casos de extrema necesidad.





El Canis lupus, mide entre uno y dos metros y su color puede ser de blanco a negro, con combinaciones de oro, marrón y rojizo. Los colmillos de un lobo puede medir hasta 6 cm. de largo. El Canis lupus es uno de las especies más antiguas de la tierra - lleva más de 100.000 años viviendo en este mundo. Antes vivía en la mayor parte del hemisferio norte y, aparte del ser humano, el lobo ha sido el mamífero más extendido en el mundo durante toda la historia. Los lobos son animales muy sociables. Viven, viajan y cazan en grupos muy organizados, normalmente de 6 a 12 animales. Cada grupo tiene una pareja dominante cuyo macho domina a los machos, y la hembra a las demás hembras. La pareja dominante suelen ser los únicos del grupo que tengan cachorros. Los lobos tienen diversas formas para comunicarse a través de aullidos, gruñidos, ladridos, olor y lenguaje corporal. Utilizan la cola para transmitir fuerza, sumisión, agresión y miedo. Los lobos utilizan sus aullidos para anunciar su presencia y advertir a intrusos. También los miembros del grupo aúllan para localizarse uno a otro cuando están lejos. La pareja alfa tiene mas libertad social que el resto de los lobos de la manada, pero no son "lideres" en el sentido que las personas pueden pensar sobre ellos. No dan órdenes a los demás lobos. Los alfas simplemente tienen más libertad de elegir a donde quieren ir y que es lo que quieren hacer, y el resto de la manada usualmente solo los siguen. En manadas más grandes, pueden haber betas que son el segundo al mando de los alfa, y el rango omega, que es el rango mas bajo del grupo. Mientras que muchas parejas son monógamos entre ellos, hay sus excepciones. Un lobo alfa puede preferir hacer pareja con otro animal de más bajo rango. Los lobos, tampoco son parejas "para toda la vida". La muerte de un alfa no afecta la condición del otro alfa, el cual usualmente solo toma a otra pareja. El orden de los rangos es establecido y mantenido a través de una serie de rituales de pelea, lucha y de posturas que son mejor descritas como rituales de presunción. Los lobos prefieren la batalla o guerra psicológica a tener que realmente pelear y la situación de un alto rango esta basado más en la personalidad o actitud que en el tamaño o la fuerza. El poseedor de ese rango y de como lo demuestra varia ampliamente entre manadas y entre cada individuo.



Despliegue de la idea en “escrito”



Miel encajonada, colores. Mi pasado lo pensé en caliente y en frío, ahora estoy templado. Posturas inquietas que condenan espacios que no apropiamos por miedos e intereses. Me baila en círculo tu condición dentro de un gruñido sordo. ¿Estás bien?, Sí. Primera mentira sana. Estás raro. La rareza se me contagia como un bostezo. Percibo. Lo onírico no es gracioso, es el otro “aspecto” de las cuestiones. Soy mía, pero me presto a vos. Excelente, ahora me meto ahí. Cuando uno presta automáticamente resta pertenencia, y eso no esta mal. Cuando uno presta algo a otro es por que confía en que se devuelva lo prestado, cuando uno presta quiere compartir algo. Hay gente a la cual no les gusta tomar cosas prestadas, en más, preferirían morir antes que tomar o pedir algo prestado. ¿Orgullo? ¿Vanidad? ¿Respeto hacia uno mismo? ¿Respeto hacia el otro? Podría ser por esos motivos u otros aun indescifrables para los que “prestan”. La estepa se presta a la manada, así como alguien se presta a la muerte si es necesaria. Diminuto es mi nombre, y se posa en un boca no toxica. “Disculpame, pero me río de los nervios”, no entiendo es una situación de muerte y te reís. Invasión de demonios, el demonio es lo que es, y además es irónico, sarcásticoindefectiblementeirónico. No te deja tranquilo, te pone a prueba. Sabiduría y paciencia.

La abeja conversa con el lobo entrenando oídos. El lobo queda cabizbajo ya olfateo “la rareza”, “el día distinto”. Se funden en una cuarta vez contada como el número inexistente. Nací sensible y ciclotímico. De seguro, la otra parte, “reina”. Schopenhauer, saca a la razón del trono que venia ocupando hace muchos años, y sienta en su lugar a “la voluntad”. Interesante para tener en cuenta. No quiero que sean razonables conmigo, eso me suena a “más distancia” y no sé si soportaría más de eso. O quizás implique un mayor “cuidado en ciertas cosas” y ese cuidado condene nuestra libertad de sentimientos incontrolables. Pero está bien, el ser humano necesita “razonar”.

Te dejaron pensando, dudando, desconfiando. Eso no es malo, según como lo tomes, según como lo manipules.

28/02/09.

No me busquen si no saben encontrarme.

Pablo.

Inquieto.

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