jueves, 2 de octubre de 2008

Hipertensa la noche, hipertenso tu brazo. Una luz hace equilibrio entro dos filamentos que le sirven de sostén. Nuestros cuerpos oscuros navegando en la negrura. Una de las tantas promesas incumplidas, y el desenlace fantástico, sublime, trascendente. Amor de muestra en un tubo de ensayo, un destino como investigador y un hombre que lo forja. Un desierto de espejismo descomprimiendo imágenes. Una oníria fúnebre que arma tu trama. Un perdón consecuente de castigo perfecto. Le das un corte al miedo para crear un monumento a la cobardía. Te gusta el viaje y en el voy yo y el sueño. Enjambre de cantos; de pájaros de mañana que corroen la psiquis. Conocer el engranaje a la perfección es una cosa, y la toma de una decisión es otra. Me tomaste enserio cuando construí las ruinas, ahí me nombraste arquitecto, luego me coronaste como creador de consuelos. Te hago olvidar lo que más recordas: La mañana y la tarde me dan lo mismo, ahora la noche se me da a mí mismo.





1 comentario:

Amorexia. dijo...

Al final terminamos solos tras el ensayo fallido, introspectados saltamos al abismo.

Saludos desde mi extraño país.