miércoles, 17 de agosto de 2011

Imbatible

Nuestros ojos llenos. De nuestras miradas, de todo lo que saben, de todo lo que vieron, de todo lo que vivieron, de todo lo que sufrieron, de todo lo que brillaron, de todo lo que lloraron. Nuestros ojos llenos. ¿Cuántos libros, escritos, poemas, podrían escribir esos ojos llenos nuestros? ¿Cuántas miradas ajenas perderán su brillo ante sus misterios? ¿Cuánta sonrisa queda en esa boca? Declaro infinita nuestra cuestión. Una infinita aporía. Y nuestros ojos, llenos.

domingo, 7 de agosto de 2011

Algo


Si hay algo por hacer, de seguro moriré en el intento. Las suposiciones imaginarias van comiendo mi sueño. En regazo de piedra descansa mi psiquis. Un baño de ilusiones convergerá de un suspiro de agonía. Los ojos secos y lastimados. Una corona de espinas entre tus piernas. La flota avanza hacia mí con aire de conquista, mi muralla se autoedifica al recordar tu humedad pegajosa. Cupido prestado que mancha sabanas de angustia. Señuelo romántico que disimula su guía práctica. El invierno no fue tuyo y eso aun mas te duele. Mañana será otro día, un futuro que arrastra pasado disfrazado de olvido y con perfume a recuerdos.

jueves, 4 de agosto de 2011

Cogicidio

Abrir las piernas al voleo. Comerte un virus inocente. Nada esta mal. Caperucita falsa que amaestra Lobos. Yo no aparento, muestro lo que soy. Feo, sucio, roto. Anónimo iluso que navega en terrenos desconocidos. Escrache público de tu droga en la nariz. Vagina deforme. Ausencia de caderas, en un desierto de maquillaje de circo. El cuerpo no ayuda a unos limones inmaduros. Leche, con chocolate. Bajarse el pantalón y encontrar la rutina. Desconciertos de tamaños anidaran en tus espacios. Limbo de truchas. Identidad falsa que siembra lástima y tristeza. Felicidad ficticia de la cual ni Dios te salva. Pedirías permiso para masturbarte en el baño. Es cuestión de costumbres. Papa y Mama, cogen a escondidas, me lo hacen “prohibido”. Una muñeca  que si pudiese hasta sería snuff. Objeto por Sujeto, trueque invalido para la mente del asesino intelectual. Sexo oral: Hablar sin parar. Esquivar tu aroma, que se pudre en tu Padre y se consagra en tu Madre. Una falsedad elitista congrega a la familia, todos los domingos a la misma hora.


Lucas 23,34:
“Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”

miércoles, 3 de agosto de 2011

Abeja mutante


Profetisa, cuarto Juez, tu disfraz ha cambiado una vez más. Yo soy testigo real de la actuación. Bajo una palmera de Efraín me sentenciaste a no estar a tu lado. Una muerte más en vida. Disfrazado de Lapidoth consumiría lo que queda de mí entre tus brazos, en un fuerte abrazo. Cueste lo que cueste. Poetisa ardiente, no te congeles lejos mío. Acá se siente insufrible.