martes, 20 de octubre de 2009

El flagelante


Ya de temprano sentí que las cosas no podían ser así. No les encontraba sentido. El “no quiero, pero voy igual” se fue haciendo cada vez mas inentendible en el transcurso de algún día. Y allá fui en busca de un trabajo mal sano en el cual no se revelo mas que la miseria. EL poder de superación vengativa rondando tres nuevas amistades masculinas, y mi reacción recontra muerta, enterrada. Cuando los conocí, se me ajustaron mis videncias. Hablaron sin parar, presuponiendo mis acotaciones. Del otro lado la niña miraba mis manos sacando eróticas ecuaciones. Me exprese mal, cuando dije lo mío, después lamente haber creído que estaba en confianza. Nada de lo que haga el otro me genera la necesidad de “venganza inconsciente”, el autoasesinato es la cura de ese gran mal, incontrolable, sagaz e intrépido. Cuando uno se “pierde”, no sé si es respetado, esa noción no es entendible, para el que necesita si o si la certeza de “encontrar” no importa que, pero encontrar. La cantidad de veces que he estado muerto en vida, me han demostrado sus pro y sus contras. Pero solo una persona me ha vuelto a la vida con el poder de los volcanes. Veo sueños brillar y en un instante se desmoronan por la innecesaria maldad de “otro”. Como antaño presente, la sala de tortura viene conmigo a todos lados, veo sus instrumentos con claridad, muchos se turnan para ejercerlos sobre mí, pero solo llegan siempre los que han tenido paciencia de espera. Cuando un escrito no remite a ubicación, es por que su naturaleza es “desubicada”, que siga su camino, el cual no pretende meta ni destino. Ayer me quede dormido tempranísimo, para abrir los ojos como pude, a la entrada madrugada. La debilidad del cuerpo, la somnolencia constante, tiran sus alertas de reposo a la consciencia que flota como una pluma soltada al viento. Cuánto más quedara de mí, dentro de este frasco, en donde me llevan para ser analizado. Soy un código sin genética, una ruina insospechada que solo se remite a pensarte.
Me sangra el cuerpo.

1 comentario:

Jimena Gale dijo...

Me gustó... me gusta cuando leo y me remite a cosas... sensaciones o vivencias que me hacen sentir referenciada... y mas me gusta cuando leo y entiendo distintas cosas a la vez...
saludos!