A ella le digo que todo recuerde;
por que yo practico el olvido.
No hay cuero que no se resista
a una pesadilla. No hay lenguas
que no digan mentiras.
Y en el oscuro suscitar de tu Ser
oculto, habita cual sedentaria
tu alma distorsionada.
Figuras insanas persiguen tu silueta.
Voces mundanas te esculpen a su medida.
Mi llanto es seco, como tu desierto ambicioso.
Mi edén se mineraliza agonizando.
Escapo de tus brazos, cuando tu árida mirada
reseca mis pupilas.
Y ahora te retengo de vuelta, edificando mís
sentimientos. Conservo las sensaciones como
un mártir del sentir.
El punto y aparte de tu boca construye mi
debilidad. Sujeto a este nuevo designio
hago oráculos de tu ausencia.