viernes, 16 de septiembre de 2011

Aconitum

Mi muerte declarada. Maldad en tu naturaleza. Mis suspiros animales, se transforman en agonía. Lamento de carnívoro, en pesadilla herbívora.  Acosado por el invierno desintegrador caí en tu trampa. Rapé del diablo. Mis ojos amarillos en la oscuridad se desvanecen en una huida. Cerbero te trajo a la superficie, y yo lloro sus consecuencias. Vos también en algún momento fuiste mi Teofrasto; mi condena. Aconitina, y mi corazón quedo temblando más de lo debido. Vos me pusiste eso en alguna bebida, en partes de tu saliva. Acción rápida de tu señuelo como amor, para esta fiera en agonía. Pactemos el final. Con un solo rasguño mío, podrás ver lo que yo veo. Estás del lado equivocado.

1 comentario:

Eleuteria Niemand. dijo...

Qué intenso. . .