lunes, 24 de noviembre de 2008
Mi voltaje
martes, 18 de noviembre de 2008
Delirio ventoso
miércoles, 12 de noviembre de 2008
Sálvese quien pueda
Son las nueve y veintiocho de la noche, todo el barrio huele a comidas. Yo vengo caminando, como diría Juanse en Descerebrado, “desesperado sin saber quien soy” Busco el pasaporte, miro para arriba y digo “Hoy no estoy plastificado, estoy lunificado” Lunificado por siete días, que placer más natural. Un cuerpo caliente, mal curtido, siempre es impaciente, esta nervioso de flujo, ansioso de no-autosatisfacción. Yo voy perdiendo el rastro de tu hilo de baba, empezaría en mi ombligo y podría quedar estancando en una simple rotula. Dale tiempo a tu mariposa, recordé que se acostumbro al capullo y ahí me di cuenta de todo lo que te falta por andar en una soledad que te molesta. Una indirecta imprecisa para este circulo inconcluso. No me gustan las minas pesadas, no te chupan el tiempo, lo que mejor hacen es chupar otra cosa. Egoísmo de creatividad, si no te gusta, relájate. Espejo cavernícola que alimenta tu fantasía chusma, lo peor que puede existir es una fantasía chusma, intrometida ¿y por qué? ¿Y por qué? ¿Y por qué? ¿Y por qué? Por que trabajo la estepa como un lobo Alfa. Estudio, trabajo, tengo familia, amigos y amigas, te ofendes de la utilidad de mis tiempos. Aléjate. Se patriarca de tu nuevos tiempos. Los míos están agotados. Todo es posible en la estructura de la imposibilidad, la imaginación y el capricho dan una gran mano. No hay entre líneas, todo es interpretación, meras coincidencias, esa así, como diría Jack Palance presentando Ripley’s “Aunque usted no lo crea”. Elevándome, Enterrándome.
La mujer de mi vida sería la que no sabe que quiere realmente de mí. Ahora acostumbro a la costumbre y soluciono formulas de Una y de Otra, despejo la nube de orgasmos y te doy un shock realitico compuesto. Un diario íntimo es indecente, una vela en mi cuarto también. No sé que sentido nuevo edificar en letras si tu ansiedad destrona conceptos. Pensar o hablar, gran dilema. Ayer cuando daba vueltas para sacar mi numero de turno de ese aparato que parece un secador de pelos puesto al revés, pude ver que en la sala de espera dejaba once años de lujurioso trabajo intelectual, mental y físico, te esculpí a mano… pero tu paciencia, hay mujer blanca, tu paciencia era realmente una obra de arte, de la cual mi contemplación todavía deja resacas de su adicción a ella. Las cosas que se pierden de enserio no se recuperan; se aprenden.
viernes, 7 de noviembre de 2008
Mundano
Arqueólogo de tu ser, excavo en busca del tesoro más preciado.
Mato una cucaracha y miles de puntitos rojos hacen su trabajo con el resto de cuerpo. Busque el significado de tu gesto que había quedado embalsamado en la sala de estar, estaba igual, inviolable al menor acto de sometimiento ajeno. No me gusta la gente inquieta, nerviosa, no me gusta la gente como yo. Te lo digo por que las dudas pueden llegar a construir un edificio en tu cabeza de la mano de mi arquitecto. Saltando de cama en cama el frió se hizo más intenso, y en un estado de hipotermia regulada, confié mis designios en tiernos falsos abrazos. Empantanada de mis vueltas, que son pequeños tornados, se disuelve una realidad que tenes que recorrer más sólida que nunca. El consejo espejo, es el mejor para el vampiro. Morocha salvaje (Amazónica, diría mi otro yo) camina sostenida por bultos estéticos que alimentan mi indulgencia. Nunca entendí el pantalón tiro bajo, nunca entendí a la moda. La cultura rock se posa en mi mano y me hace cerrar el puño para demostrar su importancia. Tengo un hijo fantasma al que no reconozco, por que nació de los Misterios de Eleusis, en un cuarto de cuatro por cuatro, con la nariz blanca y el corazón en verde. Ojala su rostro no se parezca al mío.
Ahora divagando entre el cenicero y las OCB, preparo otro pensamiento para re-escribirlo. Trato se sostener mi cabeza teniendo el cuello cortado, pero la instancias uniformes crean cristales en copas que yo, ya no bebo.
Mi espíritu errante cosecha mis fantasmas.