lunes, 30 de noviembre de 2009

Sudario

No sé nada ...
No sé nada ...
No sé nada ...
No sé nada ...
La docta ingnorancia.
Nada sé ...
Nada sé .
Nada sé .....
Nada sé ...
El esclavo del tiempo,
prisionero. No entiende

miércoles, 18 de noviembre de 2009





Me llamas, y yo vuelvo, por todo lo que no escuche antes.
Me dejas, y me voy. Como un pobre gil que interfiere por
necesidad. Él es muy decente, no habla de más, como esa
voz que más de una noche se atrevió a volver a llamarme.
Siempre dijo lo justo; y ese es mi mayor miedo: No sentir como
ella, siempre lo justo, tan injusto.





domingo, 1 de noviembre de 2009

Intruso


Como rata escabullida asoma su hocico, le falla el olfato, y sus ojos brillan de tristeza. No sabe que él mismo es la trampera. Cuantos celos de realidad ocupan tus sueños. El Lobo es ancestral y rezonga de tu inexperiencia. Ser un pobre roedor carente de olfato, despedido del celo, cuesta, pero más cuesta aun perder. Recuerdo cuando modifique e invente esta frase: “El que calla nunca otorga, está pensando” modificó mi realidad y también lo tendría que hacer con la tuya. Dejate de joder a vos mismo, no entendiste ni siquiera al placer, te quejas como un cavernícola destetado. Conozco la música, conozco la noche, conozco los excesos, pero no conozco el vacío del perdedor, por que él no me incomoda, lo único que hace es enseñarme. Tu boca atrevida que también resacosamente se expresa por tus dedos inútiles, tendría que ser bendecida como “la perdedora del siglo”. Ocupá tus genes, que vos hacés de la felicidad una cagada. Perdé tu tiempo en los tuyos si es que los tienes, y deja lo nuestro en “lo nuestro”, que chorrea flujos salvajes y sentimentales con los cuales ornamentamos nuestro misterio; del cual estás fuera, el cual es incomprensible para tu poca paciencia de leñador frustrado en bosque desconocido. “Calavera no chilla” dice una frase popular, aníllala a tu dedo,  desde ya, sín ninguna duda. Quizás te amaron, pero quizás también te mintieron, por que no sabían la verdad, o no sabían nada sobre “la nada misma”.
Caminá por mi tirante, el te servirá como puente hacia tu propia desgracia, hacia tu propia perdida. Caminá tranquilo efebo iluso. Nosotros miraremos tu acrobacia.