Sexo imprevisto, en el muro de la noche,
vacíos de cosas y perfumes mundanos.
Pertinente mi ensueño en tu boca blasfema,
Agonía y despojo en tus lechos madres.
Camino de piedras, tus palabras y mis gestos.
Derrame de culpas y recolección de perdones,
supuestos audaces y ejemplos carnívoros.
Desconfianza a priori. Certeza en la mentira.
Tu santa expresión, en un corazón salvaje,
herido en reposo, alquilando latidos.
La fuerza inútil de una esperanza pútrida.
Apocalípsis de comprensión. Tu carne muerta.