Cuando
el extrañar vuelve, como el perfume de tu negro cabello aun mojado. Una
mejilla que no soporta el peso de tales lágrimas, sondea al corazón
vaciando de recuerdos a la memoria. Poder ver otra vez la parte de tus
ojos que a otros ocultás, poder haber llegado a esa mirada fue el
destino de éste vagante lunarmente nocturno. Recuerdo el desastre de tu
perdida con una nostalgia de entrañas. Me renuevo y te renuevo, en la
invención de lo que pudo ser: enredadera de suposiciones que destierra
el raciocinio. Es verdad si nunca sentiste nada; es porque era demasiado
...
También podés leer éste escrito y otras cosas que siempre vienen al caso en Escritos del Desorden
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1 comentario:
QUE LINDO LOCO!!!!!!
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