La búsqueda del escrito “perfecto”, el cual funcionaría como la semántica del engranaje de la conciencia, podría llevar a la locura. Su búsqueda no incluye borradores, escritos impulsivos o pilas hojas de prueba, ensayo y error. No pretende una morfología erudita. La búsqueda de ese escrito está supeditada solo a pensarse; a solo pensar su búsqueda. Por eso muerde el hilo invisible de la locura...
lunes, 31 de mayo de 2010
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