jueves, 26 de septiembre de 2013

Criptomnesia

Cuando el extrañar vuelve, como el perfume de tu negro cabello aun mojado. Una mejilla que no soporta el peso de tales lágrimas, sondea al corazón vaciando de recuerdos a la memoria. Poder ver otra vez la parte de tus ojos que a otros ocultás, poder haber llegado a esa mirada fue el destino de éste vagante lunarmente nocturno. Recuerdo el desastre de tu perdida con una nostalgia de entrañas. Me renuevo y te renuevo, en la invención de lo que pudo ser: enredadera de suposiciones que destierra el raciocinio. Es verdad si nunca sentiste nada; es porque era demasiado ...



También podés leer éste escrito y otras cosas que siempre vienen al caso en Escritos del Desorden