lunes, 28 de diciembre de 2009

Me despojo de mí

Lo que dure el borrador maldito y la desgracia; durará la madrugada. Tener siempre algo para decir es la condena. El silencio no versa sobre escritos tuertos. Un odio reprimido por una falsa bondad ahora recae en mí. Del todo a la nada hay un solo paso, son “filosóficamente” muy parecidos. Echar sobre las caras inauditas, cosas resentidas, ocultas, encajonadas, tardías, inexplicadas, se ha hecho costumbre, especialidad.
No sé ni cuando empieza o termina una año. Solo sé cuando empiezo y termino yo.

viernes, 18 de diciembre de 2009

¡No, no, no!

Remolina macabro, tu ojo sumergido en la irónica y problemática realidad. El pútrido insólito destino dispara tu lengua suelta como un lagarto. El contenido de saliva da el impacto de un lenguaje seco, tosco, económico. No sé hablar por los codos, cuando la boca se me seca. Descubriendo el perdón lo ato a la pequeña mano de maldad reprimida. Las caras de un orden juegan al organismo vivo. Hay una codificación. Se vuelve a lo interno. Voy escribiendo el intento que nadie entiende. Desenredo tu supuesto y descompongo tu moral insinuada. Cuesta desemular el sentido, yo lo disperso en partículas microscópicas. Oxígeno en las letras mudas, me despojo de ellas, ya no me aprisionan. Ando sin habla, pero me distiendo. Pensar que sabés lo que no sabés. Escucha aunque apuñale. Tres días para llenar medio papel. Algunos prefieren domar el tiempo, yo me voy a la mierda. Nos vemos.